viernes, 16 de marzo de 2012

El marketing ecológico forma parte de la estrategia comercial de muchas empresas. Cada vez son más las compañías que apuestan por esta herramienta de marketing por dos motivos: ganar clientes y combatir el cambio climático.
Podemos distinguir entre dos tipos de marketing ecológico: desde una perspectiva social y desde una perspectiva empresarial.
Desde la perspectiva social, podemos ver el marketing ecológico como un conjunto de actividades que buscan incentivar a la sociedad para crear conciencia ecológica, para mejorar unos comportamientos que podrían ser mucho más beneficiosos para el medio ambiente. Estariamos hablando de un conjunto de actuaciones llevadas a cabo por empresas sin ninguna finalidad de lucro, sólo para difundir ideas y comportamientos medioambienales deseables entre los ciudadanos y las instituciones de los países.
Desde la perspectiva empresarial, podemos decir que es el que se aplica para vender productos ecológicos, es decir, el que busca satisfacer necesidades sin dañar al medio ambiente. Es un distinto modo de concebir y ejecutar la relación de intercambio. Todas las partes tienen que salir ganando, la empresa, los consumidores y el planeta. Con ello se contribuye a un desarrollo sostenible de la economía y de la sociedad.






Vivimos en un mundo en el que no se tiene en cuenta el bienestar de generaciones futuras, solo estamos pendientes de que nuestro presente sea cómodo y fácil y no nos damos cuenta de que muchas de nuestras acciones estan perjudicando gravemente al medio ambiente y que a largo plazo podemos propiciar una situación insostenible. Por eso pienso que es primordial que la sociedad se de cuenta de que contribuyendo  poco, entre todos podemos hacer un mundo más limpio que no comprometa el bienestar futuro. Para conseguir un desarollo sostenible es vital que existan empresas que pongan énfasis en el ámbito de la responsabilidad social, provocando así un contagio a las demás empresas del sector.

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